Se acerca el verano y con él la época de mayor construcción de piscinas en Móstoles. Las piscinas son las mejores aliadas en esta época, ya que en sitios donde no disponen de litoral, son la mejor forma de refrescarse y huir de las altas temperaturas.
Pero no siempre han existido; como todo en este mundo, la construcción de piscinas en Móstoles tiene un origen concreto. En este post vamos a reflexionar sobre los suyos. De esta forma, podrás saber este aspecto no poco relevante con el que poder presumir este verano mientras te bañas con familiares y amigos en una de ellas.
Pues bien, la palabra piscina tenemos que recalcar que proviene del latín “piscis”. Este término significa “pez”. A través de esta palabra se originan otras, como pesca, peces o incluso el propio signo zodiacal piscis. En la antigüedad, se utilizaba para denominar a aquellos pozos donde habitaban peces tanto de agua salada como de agua dulce.
Las primeras piscinas de las que se tienen constancia eran construcciones en forma de embalses, que eran llenadas con agua de río o de arroyos. En la antigua Roma, estas piscinas eran lugares donde se iba a nadar o a criar peces. De hecho, se hicieron muy famosas, como, por ejemplo, las termas romanas, donde se bañaban y suponían un punto de reunión de los habitantes.
En otros lugares, como los monasterios, también podían verse estas construcciones. En este caso se usaban para peces que servían de sustento, pero también como lugar de bautizo de los recién ingresados al cristianismo.
Todas estas piscinas se tenían que limpiar de forma natural, es decir, eran los propios peces los que las mantenían comiéndose a los demás seres diminutos que pudieran enfermar a los bañistas.
Para saber más sobre ellas o simplemente informarte acerca de su construcción, no dudes en contactar con nosotros en Piscinas Aquaeski.